Cuando una persona se inclina ante el destino,
entonces se vuelve tranquila y silenciosa,
humilde, pudiendo dejar atrás lo pasado
y mirando hacia adelante.
"Para leer y enterarse". Charlas y Talleres
Cuando una persona se inclina ante el destino,
entonces se vuelve tranquila y silenciosa,
humilde, pudiendo dejar atrás lo pasado
y mirando hacia adelante.
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